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lunes, abril 23, 2007

Un maestro

Y la vida me dio un maestro,
que me descubrió antes que yo lo busque
un ser tan noble y tan de la tierra, un ser del aire y las estrellas
,y como no hay modo de agradecer, mas que incorporando lo aprendido,
me sumerjo entre cuerdas, con sus enseñanzas en los oídos,

La vida me dio un maestro, sencillo, seguro, disciplinado y feliz,
parte mar, parte del monte, y mucha historia por escribir,
y yo voy haciendo mi camino , parte brisa ,parte del rio ,
guitarra entre las manos, alma volando , ojos de aprendiz.

Se que ciertos regalos, ciertas presencias son luces,
que debemos saber cuidar, y hacerlas crecer,
y a mi la vida me dio un maestro, pura luz,
un fueguito, impulso mágico para florecer.

P.D: si quieren mas datos sobre El maestro!!!http://www.seiscuerdas.com/carlecosta/

Dulzura

Encuentro la dulzura en todos lados
en los caramelos de mis bolsillos,
en las sonrisas que regalan los bebes desde los cochecitos
en tus caricias en mis mejillas, y los besos robados.
Se que hay dulzura en los ojos que desean aprender,
en las voces que cantan a gritos una canción que invente.
Veo la dulzura en las panzas llenas de vida
y en esa madre acariciándose.

Siento la dulzura cuando tus labios rozan mi piel,
y cuando mis brazos se encuentran rodeándote.
Un aroma dulce me atrapa y se que otra vez,
le pondré a los recuerdos palabras o sonidos,
solo para seguir endulzándome.

domingo, abril 08, 2007

Pies sensibles

Y tengo los pies sensibles, me di cuenta en estos días
cada vez que salgo a caminar con rumbo fijo, vuelven lastimados.
Él dijo:” las princesas son tan sensibles que sienten la rotación de la tierra”
y yo sonreí, nunca acepte el titulo de nobleza, pero me gusta oírlo de su boca.
Y salí pensando que podría ser cierto, y esperé alguna cosquillita desde la tierra,
y todavía las espero.

Será que mis pies se enteran antes que yo, que estamos equivocando el rumbo?
quizás esperan compañía, o empezaron a odiar mis zapatillas
o quieren que algún día deje de creer que llevo alas en los tobillos,
quizás aman el mar tanto como yo los cerros y el silencio de la puna,
y no nos ponemos de acuerdo.

Me saco las zapatillas, los lavo, los curo, y les pongo las curitas,
los miro y pienso, que debería ponerlos en tierra firme,y asi sentir las cosquillas,
que no tenemos por que andar solos, pero si estar alertas con la compañía,
de ahora en adelante, negociaremos los caminos,
quizás pisando firme, ya no Nos lastime.